Recurrir a una empleada de hogar en Santander puede ser necesario si la casa está habitada por una persona mayor que no puede valerse por sí misma. También es posible que esa persona pueda hacer algunas tareas, pero no todas, sea por cansancio o por problemas físicos o psíquicos.

Por ejemplo, hacer la compra y preparar la comida suele ser un hábito que nos gusta conservar, pero requiere tiempo y esfuerzo que no siempre podemos dedicarle. La empleada de hogar en Santander puede ayudar con la cocina sin olvidar la parte más trabajosa: limpiarla.

A partir de cierta edad, cuesta más llegar a los rincones difíciles, frotar bien o soportar los productos químicos. Una empleada profesional sabe conseguir y mantener la higiene en la cocina. Eso te garantiza tener un hogar sano y saludable. La empleada del hogar se acordará de:

– Lavarse bien las manos antes de tocar los alimentos, así como limpiar la nevera para evitar la acumulación de materia orgánica en descomposición.

– Atender al estado de los alimentos, tanto frescos como envasados, para evitar comida en mal estado. Las personas mayores a veces no se fijan o no ven bien la fecha de caducidad.

– Lavar bien la encimera (antes y después de usarla), los utensilios y las tablas de cortar. ¿Sabías que los utensilios de madera son un gran foco de gérmenes?

– Echar a lavar trapos de cocina, esponjas, paños y fregona. Muchas veces nos olvidamos de que los trapos sucios son un foco de infección y deben cambiarse todos los días.

– Utilizar los productos detergentes adecuados para cada superficie. La desinfección aquí es fundamental.

En Auxifam estamos comprometidos con las medidas de higiene profesional y manipulación de alimentos. Porque las personas mayores no siempre pueden hacerlo, pero eso no es excusa para no disfrutar de un plato delicioso y una cocina reluciente.